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Página:El Pasatiempo.djvu/11

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―Pobre Brienne. es muy desgraciado, pero quizás lindisima Luisa has fijado tu cariño en otro? dijo el rey cogiendo ambas manos de la jóven entre las suyas y mirándola con sumo interés.

―No; aborrezco á..... todos los hombres.

―Oh durisima tirana!... pero no me opondré á que te satísfagas permaneciendo siempre soltera, puesto que tan mal me quieres.

—A vos señor!

―Si:—me acabas de decir que aborrecias á todos los hombres.

—Menos á mi rey, interrumpió Luisa.

―Eres muy amable en hacer una escepcion á mi favor.

―Es nuestro deber amar al rey, observó Luisa. No amarlo seria traicion. ­ ―Temo entonces, que haya muchos traidores en Francia, fué la respuesta.

―No me conteis entre ellos señor, os lo suplico, díjo Luisa fijando los ojos en el rostro del rey. Enrique la encontraba muy hechicera y se decidió á continuar un diálogo que tanto le agradaba.

―Vamos; dáme alguna prueba de tu lealtad, dijo.

―En primer lugar siempre reso por vuestra magestad.

―Bien: Pero, ¿desde cuando?

―Desde que murió vuestro hermano el rey Cárlos nueve.

―Vaya!―Tan solo quince dias, dijo el rey. Pero Luisa, preguntó despues de un rato de silencio ¿cuales son tus objeciones al Conde de Brienne?

—Señor, son innumerables, es viejo, feo, tonto, y muy desagradable, y si vuestra magestad en caridad, no encuentra medio de libertarme de su pertinacia no tendré mas remedio que meterme monja, á lo que no tengo vocacíon.

Bien, dijo el rey; encuentro tres medios para conseguir tus deseos.

En primer lugar puedo remover unaantigua ofensa del Conde hácia mi hermano Francisco, y forzando algun tanto la evidencia podrémos mandarlo al cadalso.

―Señor, yo no quiero atentar à su vida.

―¿Quieres entonces queyo interrumpa la ceremonia arrestando á tu cruel padre y mandándolo á la Bastilla?

―Por nada en el mundo.

―Pues entonces no me queda mas que una alternativa. Buscarte un marido mas agradable.

Luisa se deshizo en lágrimas.

―No os he dicho señor, que aborrezco á todos los hombres?

―Creia que harias una escepcion. Observó el rey mirandola fijamente.