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Página:El Tempe Argentino.djvu/58

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56 — El Tempe Argentino.

reduciendo a su servicio tantas aves y cuadrúpedos tan útiles como dóciles del delta! ¡Cuánto que admirar y que aprender en la arquitectura del hornero, en su laboriosidad, su aseo y su amor a la familia! El nos enseña a ser esmerados y previsores en la construcción de nuestras casas, formando a nuestra vista un edificio perfectamente regular y hermoso, que ofrece comodidad y seguridad, y tan sólido, que por dilatados años resiste a las intemperies, sin necesidad de refacciones. El, a una con su consorte, nos despiertan al amanecer con su canto bullicioso; y nos incitan al trabajo con su ejemplo, enseñándonos que esa es la hora más propia para emprender las tareas del día, y que el aire de la madrugada es lo que más contribuye a sostener la salud del cuerpo y la alegría del ánimo, como lo prueban todos los ejemplos de longevidad humana, la cual sólo se encuentra entre las personas madrugadoras. [1]

  1. Huffeland lo demuestra con numerosos ejemplos y raciocinios en su libro el "Arte de prolongar la vida".