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Página:El Tratado de la Pintura.djvu/130

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78 — Tratado de la Pintura

las demás partes mencionadas. Lo demás se dirá en la medida universal del hombre.


§ CLXVIII.

Los niños tienen las coyunturas al contrario que los adultos, respecto á la grosura.

Los niños tienen todas las coyunturas muy sutiles, y el espacio que hay entre una y otra carnoso: esto consiste en que la cútis que cubre la coyuntura está sola, sin ligamento alguno de los que cubren y ligan á un mismo tiempo el hueso; y la pingüedo ó gordura se halla entre una y otra articulación, inclusa en medio del hueso y de la cútis: pero como el hueso es mucho mas grueso en la articulación que en lo restante, al paso que va creciendo el hombre, va dejando aquella superfluidad que habia entre la piel y el hueso, y por consiguiente aquella se une mas á este, y quedan mas delgados los miembros. Pero en las articulaciones como no hay mas que el cartílago y los nervios, no pueden desecarse ni menos disminuirse. Por lo cual los niños tienen las coyunturas sutiles y los miembros gruesos, como se ve en las articulaciones de los dedos y brazos, y la espalda sutil y cóncava: al contrario el adulto, que tiene las articulaciones gruesas en las piernas y brazos, y donde los niños tienen elevación, él disminuye (10).


§ CLXIX.

De la diferencia de proporción que hay entre el hombre y el niño.

Entre los hombres y los niños hay gran diferencia en cuanto á la distancia desde una coyuntura á otra, pues el hombre desde la articulación del hombro hasta el codo, desde este al extremo del dedo pulgar, y desde el un