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CAPITULO SEXTO.




DE LAS TORRES.


Se colocan en los dos estremos de la base del tablero y marchan cuantos pasos quieren por las líneas horizontales y verticales: son las mejores piezas despues de la reina: obran poco, pero con éxito: en el curso de la partida, generalmente, se dedican á guardar la línea del rey, para que, descansada mente, puedan tomar las demas piezas la ofensiva: en los finales y en las defensas desesperadas, la torre es una pieza formidable y, doblada, no tiene quien la resista sino las torres enemigas: es la menos flexible en sus movimientos, pero recorre largas líneas por lo mismo que suele jugar en terreno desembarazado y no tiene, como los alfiles, la esclusiva del color, sino que puede ocupar toda casa: situada en una banda, es un foso que detiene al rey en una seccion del tablero, y lo va estrechando hasta reducirlo á una de las bandas estremas, donde fácilmente