dordemasiado avaro de ella: conviene que la cambie por la contraria el que esté mas aventajado de piezas, y el que tenga su reina muy asediada, y el que tenga un peon próximo á dama: y aun debe cambiarse por un solo peon cuando este impide dar mate.
Debe precaverse el caso de que la reina cubra al rey en enfilada de torre ó alfil, en términos de que una de estas piezas pueda dar jaque doble, esto es, jaque á la reina, la cual se halla enclavada por no poder desenfilarse dejando en jaque al rey.
Hay quienes usan el juego de la reina sola contra todas las piezas, teniendo aquella, además de su movimiento propio, el de caballo: pero son partidas muy cansadas y muy poco agradables, siendo además interminables si el que juega con todas las piezas se limita á la defensiva.