Página:El caso extraño del Doctor Jekyll (1891).djvu/46

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
36
El DR. JEKYLL.

casa, que tenía cierto aspecto de comodidad y de riqueza, aunque medio sumida en la obscuridad, porque únicamente la alumbraba un farol interior, fué donde se detuvo Utterson, y á la que llamó. Un criado anciano y de buen porte abrió la puerta.

—Poole, ¿está en casa el Dr. Jekyll? —preguntó el abogado.

—Voy á ver, Utterson —contestó Poole, haciendo entrar al jurisconsulto en un extenso recibimiento bajo de techo y embaldosado, adornado con hermosos armarios de roble, y calentado, al estilo de las casas de campo, por un gran fuego que ardía en una chimenea abierta.

—¿Queréis esperar aquí junto al hogar, caballero, ó preferís pasar al comedor?

—Aquí, gracias —contestó el abogado, aproximándose al fuego.

Aquella habitación, en la que se quedó solo por unos momentos, era la predilecta de su amigo el doctor, y el mismo Utterson tenía costumbre de hablar de ella como de la más agradable de Londres. Pero