4.1 El ciclo del agua en zonas áridas y semiáridas
Como vimos en el capítulo II, la diversidad climática de Chile es tan amplia como su territorio. Tenemos zonas desérticas, donde no llueve nunca, y zonas semidesérticas en las que las precipitaciones se producen de manera muy esporádica. En este contexto, el ciclo del agua no puede representarse a la manera clásica. Aquí, los escasos ríos se alimentan de manera diversa y son pocos los que logran desembocar en el mar.
Existen tres tipos de cuencas: endorreicas, exorreicas y arreicas. En
las cuencas exorreicas, que son las más abundantes en Chile, vemos
que algunos de los ríos que deberían llegar al mar, como es el caso
del río Copiapó, raramente lo hacen. Si bien se trata de un fenómeno
que viene repitiéndose desde hace varios siglos, en la actualidad no es
que el río ya no tenga agua en su cauce bajo, sino que carece de ella a
lo largo de prácticamente todo su curso. Esto es así porque las aguas
del Copiapó son intervenidas poco después de recibir a sus tributarios –el Manflas y el Pulido– en el embalse Lautaro, el cual se encarga
de redistribuirlas entre los propietarios de los derechos de agua. De
hecho, los derechos de agua del río Copiapó han sido vendidos por