opinion la que decide de sus placeres. Corregid las opiniones de los hombres que entónces sus costumbres se apurarán ellas mismas. Siempre se ama lo que es bello ó lo que se tiene por tal; pero este juicio es engañoso y se trata de reglarle. Quien juzga de las costumbres, juzga del honor, y quien juzga del honor, toma su ley de la opinión.
Las opiniones de los Pueblos nacen de su constitucion. Aunque la ley no regle las costumbres, la legislacion las hace nacer. Quando la legislacion se debilita, las costumbres degeneran; pero entónces el juicio de los Censores no hará lo que la fuerza de las leyes no haya hecho. De aquí se sigue que la Censura puede ser útil para conservar las costumbres, pero no para restablecerlas. Estableced Censores durante el rigor de las leyes, por que tan pronto como le pierden, todo se aniquila. Nada tiene ya fuerza quando las leyes no la tienen.
La Censura mantiene las costumbres, impidiendo que se corrompan las opiniones, conservando su rectitud por sabias aplicaciones, y fixándolas algunas veces quando estan todavia inciertas. El uso de los segundos en los duelos, llevado hasta el furor en el Reyno de Francia, fué abolido por estas solas palabras del