da justicia viene de Dios: él solo es su origen; pero si nosotros supiésemos recibirla de tan alto, no tendríamos necesidad ni de gobierno ni de leyes. Exíste sin duda una justicia universal emanada de la sola razon; pero esta justicia paraque esté admitida entre nosotros, debe ser recíproca. Considerando las cosas humanamente, á falta de sancion natural, las leyes de la justicia son inútiles entre los hombres; solo producen el bien del malvado y el mal del justo, cuando este las observa para con todos sin que nadie las observe con él. Luego es preciso que haya convenciones y leyes para unir los derechos á los deberes y dirigir la justicia hácia su objeto. En el estado natural, en que todo es comun, nada debo á aquellos á quienes no he prometido nada, y solo reconozco ser de los demas lo que á mi me es inútil. No asi en el estado civil, en el cual todos los derechos están determinados por la ley.
Mas en fin, que es una ley? Mientras esta palabra solo se esplique con ideas metafísicas, se continuará discurriendo sin que nadie se entienda; y cuando se habrá dicho lo que es una ley de la naturaleza, no por esto se sabrá mejor lo que es una ley del estado.
Hé dicho ya que no habia voluntad general sobre un objeto particular. En efecto, este objeto particular ó está en el estado, ó fuera del estado. Si está fuera del estado, una voluntad que le es estraña, no es general con respecto á él; y si este objeto está en el es-