Página:El diablo cojuelo (1919).pdf/54

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
52
 

greda que la pueda sacar, entré en Madrid, y supe que unos parientes de tu dama te andaban a buscar para matarte, porque dicen que la has dejado sin reputación; y lo peor es lo que me chismeó Zancadilla, demonio espía del infierno y sobrestante de las tentaciones: que me andaba a buscar Cienllamas con una requisitoria; y soy de parecer, para oviar estos dos riesgos, que pongamos tierra en medio. Vámonos al Andalucía, que es la más ancha del mundo; y pues yo te hago la costa, no tienes que temer nada; que con el romance que dice:

"Tendré el invierno en Sevilla y el veranito en Granada", no hemos de dejar lugar en ella que no trajinemos.

Y volviéndose a la ventana que salía a la calle, le dijo:

—Hágote puerta de mesón. Vamos, y sígueme por ella, don Cleofás; que hemos de ir a comer a la venta de Darazután, que es en Sierra Morena, veinte y dos o veinte y tres legua de aquí.

—No importa—dijo don Cleofás—, si eres demonio de portante (1), aunque cojo.

Y diciendo esto, salieron los dos por la ventana, flechados de sí mismos, y el Huésped, desde la puerta, dándole voces al Estudiante cuando le vió por el aire, diciendo que le pagase la cama (1) Paso ligero de las caballerins.