de Sayol tan antigua como pura, de Cataluña (apéndice II. 69) y la de Prat de Mozá y sus alianzas (apéndice II. 416).
Por último un Tallaferro, catalán, creado por la poesía romántica, ordena caballero á su hijo y al recibir casco y espada le da este blasón:
.... y el gallardo y fuerte cuerpo
de peligros defiende la rodela,
que cuatro barras como empresa luce
y encima un Sol naciente.[1]
Chile, en la primera época nacional, simbolizó sus armas con dos columnas paralelas y el Sol meridiano entre ellas. Las columnas eran las nuevas naciones argentina y chilena, sosteniendo unidas en el Pacífico el Sol de la Libertad y de la Independencia. Después, consumada la obra, Chile abandonó el símbolo histórico de Mayo y de la época gloriosa, y compuso su nuevo blasón, imitando al de Inglaterra.
Tales son algunos de los antecedentes científicos del grandioso timbre de las reales armas de España en el precioso dibujo de portada de Piferrer y en el bello blasón nacional de la República Argentina.
La Asamblea del año XIII decretó en la sesión del 13 de abril la acuñación de la moneda nacional. El Congreso dio al acto singular solemnidad, pues, mientras llamaba decretos á los anteriores, al frente del nuevo documento leemos la palabra Ley. Y dice, en efecto:
La Asamblea General Constituyente, ordena: que el Supremo
Poder Ejecutivo comunique lo que corresponde al Superintendente
de la Casa de Moneda de Potosí, á fin de que inmediatamente y
bajo la misma ley y peso que ha tenido la moneda de oro y plata
en los últimos reinados de Carlos IV y Fernando VII se abran y
esculpan nuevos sellos por el orden siguiente:
- ↑ Mosen Javier Verdaguer, Canigó, Madrid 1898, canto La Romería, pág. 5.