Los atributos nacionales corren de tal manera alterados por eliminación de caracteres ó por adiciones y variantes arbitrarias y á las veces ridículas, que aun las personas instruídas se preguntan á menudo ¿cuál es el verdadero escudo nacional?
Las administraciones públicas han abandonado los emblemas sagrados de la Patria á la fantasía de los maestros, dibujantes, arquitectos, albañiles, litógrafos, fabricantes, constructores de buques y de toda clase de obras, á menudo extranjeros, que intervienen por regla general en los trabajos en que la bandera y las armas de la República son divisa característica. Así se explica que en la Casa del Gobierno federal, en el Congreso, en las salas de la Justicia, en los ministerios, en las escuelas, en la moneda metálica, en los billetes de banco, en los timbres de correo y telégrafos, en las facultades universitarias, en los buques de guerra, en los cuarteles, en las atarazanas y en las oficinas menores difieran los símbolos del escudo y su combinación, como si se tratara de decoraciones caprichosas.