tará a Lamia, Layda, y Flora, cuya anotacion os darà grã credito. Si de crueles, Ouidio os entregará a Medea. Si de encantadores, y hechizeras, Homero tiene a Calipſo, y Virgilio a Circe. Si de Capitanes valeroſos, el miſmo Iulio Ceſſar os preſtara á ſi miſmo en ſus Comentarios, y Plutarco os darà mil Alexandros. Si trataredes de amores, con dos onças que ſepays de la lengua Toſcana, topareys con Leon Hebreo, que os hincha las medidas. Y ſino quereys andaros por tierras eſtrañas, en vueſtra caſa teneys á Fonſeca del amor de Dios, donde ſe cifra todo lo que vos, y el mas ingenioſo acertare à deſſear en tal materia. En reſolucion, no ay mas, ſino que vos procureys nombrar eſtos nombres, o tocar eſtas hiſtorias en la vueſtra, que aqui he dicho, y dexadme â mi el cargo de poner las anotaciones, y acotaciones, que yo os voto â tal de llenaros los margenes, y de gaſtar quatro pliegos en el fin del libro.
Vengamos aora â la citacion de los autores que los otros libros tienen, que en el vueſtro os faltan. El remedio que eſto tiene es muy facil, porque no aueys de hazer otra coſa, que buſcar vn libro que los acote todos, deſde la A. haſta la Z. como vos dezis. Pues eſſe miſmo abecedario pondreys vos en vueſtro libro. Que pueſto que à la clara ſe vea la mentira, por la poca neceſsidad que vos teniades de aprouecharos dellos, no importa nada: y quiça alguno aurà tan ſimple, que crea que de todos os aueys aprouechado, en la ſimple, y ſencilla hiſtoria vueſtra. Y quando no ſirua de otra coſa, por lo menos ſeruirà aquel largo Catalogo de autores à dar de improuiſo autoridad al libro. Y mas, que no aurá quien ſe ponga à aueriguar, ſi los ſeguiſtes, o no los ſeguiſtes, no yendole nada en ello. Quanto mas, que ſi bien caygo en la cuenta, eſte vueſtro libro no tiene neceſsidad de ninguna coſa de aquellas que vos dezis que