encanta. Algo largo es en las Eglogas, pero nunca lo bueno fue mucho; guardeſe con los eſcogidos. Pero que libro es eſſe que eſtà junto â e!: La Galatea de Miguel de Ceruantes, dixo el barbero. Muchos años ha, que es grande amigo mio eſſe Ceruantes, y ſe que es mas verſado en deſdichas que en verſos. Su libro tiene algo de buena inuencion, propone algo, y no concluye nada: es meneſter eſperar la ſegunda parte que promete, quiça con la enmiẽda alcançarà del todo la miſericordia que aora ſe le niega, y entretanto que eſto ſe vee, tenelde recluſo en vueſtra poſada. Señor compadre, que me plaze, reſpondio el barbero, y aqui vienen tres todos juntos: la Araucana de don Alonſo de Ercilla, la Auſtriada de Iuan Rufo Iurado de Cordoua, y el Monſerrato de Chriſtoual de Virues, Poeta Valenciano. Todos eſtos tres libres, dixo el Cura, ſon los mejores que en verſo heroyco, en lengua Caſtellana eſtan eſcritos, y pueden competir con los mas famoſos de Italia: guardenſe como las mas ricas prendas de Poeſia que tiene Eſpaña. Canſoſe el Cura de ver mas libros, y aſsi â carga cerrada, quiſo que todos los demas ſe quemaſſen, pero ya tenia abierto vno el barbero, que ſe llamaua las Lagrimas de Angelica. Llorarlas yo, dixo el Cura en oyendo el nombre, ſi tal libro huuiera mandado quemar, porque ſu autor fue vno de los famoſos Poetas del mundo, no ſolo de Eſpaña: y fue feliciſsimo en la traducion de algunas fabulas de Ouidio.
E
Stando en eſto, començó a dar vozes don Quixote, diziendo: Aqui, aqui valeroſos caualleros, aqui es meneſter moſtrar la fuerça de vueſtros valeroſos braços, que los corteſanos