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DON QUIJOTE.
blar del cabrero, solicitó por su parte que su amo se entrase á dormir en la choza de Pedro. Hízolo así, y todo lo mas de la noche se la pasó en memorias de su señora Dulcinea, á imitacion de los amantes de Marcela. Sancho Panza se acomodó entre Rocinante y su jumento, y durmió, no como enamorado desfavorecido, sino como hombre molido á coces.