Tú, que imitaste la llorosa vida,
Que tuve ausente y desdeñado sobre
El gran ribazo de la pella Pobre,
De alegre á penitencia reducida.
Tú, á quien los ojos dieron la bebida
De abundante licor, aunque salobre;
Y alzándote la plata, estaño y cobre
Te dió la tierra en tierra la comida:
Vive seguro de que eternamente,
En tanto al menos que en la cuarta esfera
Sus caballos aguije el rubio Apolo,
Tendrás claro renombre de valiente,
Tu patria será en todas la primera,
Tu sabio autor al mundo único y solo.
Rompí, corté, abollé y dije y hice
Mas que en el orbe caballero andante:
Fuí diestro, fuí valiente, fuí arrogante,
Mil agravios vengué, cien mil deshice:
Hazañas dí á la fama que eternice,
Fuí comedido y regalado amante,
Fué enano para mí todo gigante,
Y al duelo en cualquier punto satisfice:
Tuve á mis piés postrada la fortuna,
Y trajo del copete mi cordura
A la calva Ocasion al estricote:
Mas, aunque sobre el cuerno de la luna
Siempre se vió encumbrada mi ventura,
Tus proezas envidio, ¡O gran Quijote!
¡O quién tuviera, hermosa Dulcinea,
Por mas comodidad y mas reposo
A Miraflores puesto en el Toboso,
Y trocara su Lóndres con tu aldea!