bra que claramente pronunciaba limosna, por donde entendió, que era limosna la que en su canto pedian: y como él, segun dice Ci- de Hamete, era caritativo ademas, sacó de sus alforjas medio pan y medio queso de que venia proveido, y dióselo, diciéndoles por se- fias que no tenia otra cosa que darles. Ellos lo recibieron de muy buena gana, y dijeron;-Güelte güelte'.-No entiendo, respondió Sancho, que es lo que me pedis, buena gente. Entonces uno dellos sacó una bolsa del seno, y mostrósela á Sancho, por donde enten- dió que le pedian dineros, y él poniéndose el dedo pulgar en la garganta y estendiendo la mano arriba les dió á entender que no tenia ostugo de moneda, y picando al rucio rompió por ellos: y al pasar, habiéndole estado mirando uno dellos con cha atencion arremetió á él, echándole los brazos por la cintura, en voz alta y muy castellana, dijo:-Válame Dios, ¿qué es lo que veo? ¿es posi- ble que tengo en mis brazos al mi caro amigo, al mi buen vecino Sancho Panza? Si tengo sin duda, porque yo ni duermo, ni estoy ahora borracho. Admiróse Sancho de verse nombrar por su nom- bre de verse abrazar del estrangero peregrino, y despues de ha- berle estado mirando, sin hablar palabra, con mucha atencion, nun- ca pudo conocerle; pero viendo su suspension, el peregrino le dijo: -Cómo ty es posible, Sancho Panza hermano, que no conoces á tu vecino Ricote el Morisco, tendero de tu Lugar? Entonces San- cho le miró con mas atencion, y comenzó á refigurarle, y finalmen- te le vino á conocer de todo punto, y sin apearse del jumento le echó los brazos al cuello, y le dijo:-¿Quién diablos te habia de co- nocer, Ricote, en ese trage de moharracho que traes? Dime, ¿quién te ha hecho Franchote, y cómo tienes atrevimiento de volver á Es- paña, donde si te cogen y conocen, tendrás harta mala ventura? Si tú no me descubres, Sancho, respondió el peregrino, estoy segu- ro, que en este trage no habrá nadie que me conozca, y apartémo- nos del camino & aquella alameda que alli parece, donde quieren comer y reposar mis compañeros, y allí comerás con ellos, que son muy apacible gente; yo tendré lugar de contarte lo que me ha su- cedido despues que me parti de nuestro Lugar, pot obedecer el ban- do de Su Magestad, que con tanto rigor á los desdichados de mi na- cion amenazaba, segun oisté. Hízolo así Sancho, y hablando Ri- cote á los demas peregrinos, se apartaron á la alameda que se pare- cia, bien desviados del camino real. Arrojaron los bordones, qui-
1 Palabra tudesca, ó alemana, que significa dinero: en aleman se escribe ghell, de donde se deri-
vó güelte.