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acompañan á la segunda de las mencionadas cofradías. utilidad común el perfecto sentimiento, porque lo útil sentimiento creyendo que aquel que encontrase un» Después que han desfilado los penitentes, á quienes sin lo bello , en el siglo presente , será tan imperfecto nueva cornisa , ó un nuevo capitel, podría reclamar un llama el vulgo mariquitas negras, y detrás de las an como nos parece ahora que lo fue en los tiempos pasa derecho igual al que se pudiera apropiar uno que des das sobre las que se ve representado por (¡guras de ta dos lo bello sin lo útil. Un templo griego es feo empleán cubriese un mineral de gran valor. Este estudio lia lla de regular mérito y tamaño natural, el Descendi dole para una esposicion de industria ó para un con producido es verdad , edificios , pero tan poco lógicos miento de la cruz, se ven los armados que, en número greso de diputado, y viceversa , un palacio de hierro y y tan insípidos , que hoy dia , época de mas luces en ile veintiséis, y revestidos de corazas, cascos y cosele de cristal seria ridiculo para adorar en él una divinidad este arte , nos hacen echar de menos una espontánea tes, forman una escuadra que precede, rodea y sigue pagana. La ciencia requiere la veneración y respeto originalidad. Entre tantas ruinas, todas bellas, cada las andas donde José de Arimatea y Nicodemus sostie que necesitaron los antiguos en su civilización; nos uno se ha apropiado (como hemos dicho) aquella for-, nen la urna. De estos guerreros, cuyas magnificas ar otros ahora calificamos como mas conveniente aquella ma que mas le impresionaba", queriendo que la belleza maduras pertenecen á diferentes épocas, aunque en su en que el arte estaba mas en armonía con sus prin fuese electiva, preludio, por cierto, de perversa conse mayor parte son del siglo XVI, los unos llevan lanzas cipios, usos y costumbres ; y la ciencia lo será comple con enormes hierros, y los otros , que hacen de jefes,' tamente cuando sus resultados sean tan perfectos, que cuencia para un arte todo de sentimiento , que todo loestoques y rodelas: acompañando al capitán y al aban no dejen nada que desear respecto al objeto á que se debe á la naturaleza que á muy-pocos favorece con esa divina prerogativa, gozando solo la ilusión de creersederado que lleva el estandarte arrastrando por el suelo destinen , baldándonos al alma y á la inteligencia. en señal de luto, un niño que viste una armadura miEl arte árabe reúne esta circunstancia. Nacido de artista haciendo víctima al arte y á todos los que , in lanesa grabada de oro y al cual llaman el naje. la ciencia llegó á satisfacer la fantasía y las necesidades cautos, se han entregado á su cultivo sin preveer el El viajero que conducido en el tren de Madrid cam de su pueblo , y todas las otras que estudiamos, y per triste desengaño que acaba hasta con la existencia; bia por completo de decoración en menos de tres horas, tenecen á un estilo depurado , es porque observamos pero hoy dia queda el consuelo de la esperiencia por los muchos casos que podríamos citar, y la sinceri y se encuentra en el Zocodover con tan estraña proce las dos circunstancias espresadas. sión de figuras que parecen arrancadas de un tapiz El taladro del Simplón fue I Limada obra digna del dad de confesarlo , aun cuando queden algunos vesti antiguo, nada de particular tiene que la encuentre algo legislador moderno. No sé si históricamente se puede gios que teniendo su origen en el favor, continúan te fuera de época, y pareciéndole poco menos que ridicu dar á Napoleón ese título por la confección del código naces en su fatal sistema (porque su educación no les los los penitentes con sus altas caperuzas negras, Jos que lleva su nombre, pues mas bien que obra suya, deja pasar por otro punto): La filosofía alemana nos ha hecho ver la reacción rostros cubiertos por el antifaz , y las inmensas colas j pertenece á los grandes hombres que le rodeaban y tendidas por el suelo,- los soldados de la escuadra, que ' aun mas, á las exigencias de la moderna sociedad. Él del arte gótico al griego y á la arquitectura del rena mas bien que guerreros vestidos de sus arreos de Lata- | código fue obra de la época , y no se puede atribuir á cimiento hasta la decadencia , y estraño parecerá ver llar parecen, vistos á la luz del dia, maniquís ambulan un hombre sólo , pues en una sociedad todos son que elevaron monumentos góticos modernos al lado de tes que arrastran aun trabajosamente y como por es igualmente necesarios, cuando todos contribuyen al otros modernos edificios del mas puro clasicismo , le carnio las colosales piezas de hierro de las arrincona mantenimiento de una idea, de un principio, etc. El vantados sobre la roca solitaria donde empieza la das armaduras de otra raza membruda y gigantesca. hombre, el individuo no es mas que un ser aislado ; la Selva Negra, como por ejemplo, el Walhalla de Munich, Hasta las imágenes de las andas pueden parecer á un voluntad es el agente de acción , y esta es la sociedad. templo griego destinado á la mitología escandinava y purista en las arles, de un realismo tal, que casi dege Si Justiniano hizo la cúpula de Santa Sofía en Cons- á la apoteosis de la nación germánica. Esa moral subli nera en lo grotesco. No lo estrañamos, volvemos á re tanlinopla fue porque entonces la idea grande que me, nacida del imponente bramido que se observa en la Selva Negra donde los pueblos de Alemania se ins petir. Cuando se cambia súbitamente de atmósfera , el dominaua era la de construir Basílicas. pulmón esperimenta cierta fatiga hasta acostumbrarse. Si Napoleón abrió el paso del Simplón fue porque piran con fantástico sentimiento , en música , letras y La inteligencia vive en un medio intelectual que no la idea que dominaba su siglo era dar estabilidad á los artes, hace que este pueblo dé nombre á sus obras, puede tampoco cambiarse de improviso sin que espe- pueblos , asegurándoles el comercio , el crédito , y la produciendo los mas sublimes efectos con las leyendas rimente alguna perturbación. Hoy, que tanto se habla industria. Pero la parte artística no ha vuelto á tener de su religión y creencias, la obra de Ktenge, uno de de libertad de cultos y de iglesias nuevas con ritos mas lugar aun en la presente civilización que atravesamos, los reformadores del arte alemán, como Skinkel en sencillos y severos; hoy,, que casi todos miran adelante por carecer nuestra época, (que es la de las ideas mas Berlín, y Hugot en Francia. En Berlín tenemos un y casi ninguno vuelve la vista atrás de buena fe , no vastas y mas bellas para el porvenir que en ningún teatro nuevo , en el que se lia sacrificado á la forma oara retroceder por donde se ha venido, sino para sa otro tiempo ha habido) de una forma arquitectónica poética y filosófica, la reflexión y cálculo especulador; ber á ciencia cierta por la comparación de lo andado, que la caracterice , forma que si bien ño nos importa la Escuela de Arquitectura que es su obra maestra , y en qué punto del camino se encuentra la sociedad es que quedejnmortaí como la de la antigüedad, conviene además cuatro iglesias de otros tantos estilos diferentes pañola, al llegar del centro en que bullen y se agitan a lo menos que sirva para satisfacer las exigencias de la y de diversas formas , pero siempre bajo el mismo con todas las nuevas ¡deas, ¿cómo no ha de parecemos na clase ilustrada y rica aplicándolas la grandeza de ante cepto. Con esta filosofía tan criticada, se verifica lo que tural que asome á los labios una sonrisa de compasión riores tiempos y para fundar en esto la aristocracia de ¡inte el espectáculo que la vieja Toledo ofrece en estos la época que fije con un sello de originalidad especial dice en su obra Zimmermann. «Del mismo modo la imbécil muchedumbre de Ate dias á la curiosidad de los viajeros empapados en el es la espresíon de tantas prosperidades industriales y co píritu práctico y positivista ele su siglo? Pero cruzad merciales, que compitiendo constantemente entre sí nas se reia y burlaba de Temístocles porque no se aco durante .algunas horas por las revueltas calles de la con la admisión de nuevas mejoras, procuran distin modaba á sü común manera de vivir, creyéndole in población hasta que á pesar vuestro os empapéis en la guirse y estimularse con la esperanza de minorar la capaz de conocer lo adelantado de su civilización; pero también se podrá responder con él á estos críticos. — atmósfera de gravedad melancólica que respiran sus pobreza y el malestar del género humano. ruinas; aguardad á que el dia comience á caer, á que Pero preguntarán los miopes calculistas , ¿es esta Es verdad que yo no pongo en práctica la galantería y las dentelladas crestas de las balaustradas ojivales de época propicia para el arte? Bastaría para convencer no sé tocar el salterio, ni la lira ; pero que se me dé 4 gobernar una ciudad por pequeña y desconocida que la catedral se dibujen oscuras sobre el cielo del cre los, aquella máxima de Cicerón que dice: púsculo, y en la gótica torre suene el toque de oracio ¡Si la sabiduría se pudiera hacer visible, ; cuanto deseo de adquirirla sea, y se verá si yo sabré nacerla grande dirigiéndola á la virtud y á la celebridad.» nes en la colosal campana cuyo tañido truena y zumba nos inspiraría su presencia! El carácter de este país hace que en medio de la in c uno una voz apocalíptica, y ved esa misma procesión Y nosotros responderemos. El arte, que reúne la diferente materialidad de la época, se conserve un poco ruando de vuelta al templo cruza por una de las calles características de la ciudad. Las sombras envuelven el inspiración y meditación, la fantasía y el razonamien de respeto y veneración hácía la virtud ; pues sus hom fondo, el resplandor de las hachas arroja sobre los mu to , cuyos resultado , se esponen á la vista como para bres acostumbrados á estudiar los grandes filósofos, ros la fantástica silueta de los penitentes , cuyos pasos darnoscuenta de un sentimiento que nos eleva hacién de sentimientos elevados y de buena moral, siguen fá se sienten en el silencio con un rumor semejante al donos pasar del estado vulgar al de cultos ciudadanos, cilmente el romanticismo. Se dirá que estos séres fan del agua que cae y resbala sobre las hojas: las imáge proporcionándonos conocer un bien moral de nuestra tásticos quieren por lo común ver siempre las cosas nes de las andas se dibujan confusas y semejan gentes alma, cual es, la libertad de espansion que hace á cada de una manera que no existe, y que no puede subsis vivas que miran y ven con sus ojos de vidrio causando uno dueño de descubrir por sí el sublime culto de la tir, pero estas son vanas disculpas de hombres que po la impresión de algo que, semejante á la visión del sue belleza real : el arte es el hombre mismo , y asi muti niéndose en el estremo opuesto y acostumbrados á vivir ño, flota entre el mundo real y el imaginario: el Cristo lado el hombre, el arte se apaga ó á lo menos queda en en la contemplación de la triste realidad de una vida del descendimiento se balancea suspendido en el aire, el olvido con él. Pero será menester convenir, que son viciosa y material , se oponen á la verdadera vocación las ropas de los que la bajan se agitan al soplo del vien por desgracia muy cortos los momentos en que los para el cultivo de las bellas artes. Domingo Ykza. to: la ilusión es completa. .No se trata ya del arte puro pueblos y la sociedad tengan esa entera y "libérrima que se eleva á las regiones de la estética y del idealis espansion, porque la naturaleza necesita la libre fa mo , sino de otra cosa que va á herir profundamente cultad de sus fuerzas para dar á el arte su verdadera las fibras de la multitud , y á buscar en ellas la vibra belleza, porque en un siglo fantástico donde predomi JOYAS Y ALHAJAS. ción del sentimiento con medios apropiados en geniali nan los afectos , el arte es mas de sentimiento que de dad y en carácter. Por último, se ve lanzar chispas de razonamiento , pero en un siglo en que domina mas la (COHTISÜiClO». luz de las armaduras, y se oyen crugir los hierros al especulación que las afecciones, la razón deshecha todo compás de los pasos. Aquellas armaduras estuvieron escrúpulo hasta apagar las libres aspiraciones del cora Está fuera de duda que los árabes conservan hoy fas acaso en Granada, Italia y en Orán; bajo aquellos cose zón. No se crea como generalmente se dice que esca letes salieron corazones llenos de fe , de entusiasmo y sean los ingenios capaces de hacer tanto como en los ¡ mismas preocupaciones que los antiguos acerca de ile patriotismo. ¡Parece que los hombres que las ce mejores tiempos, pues en las épocas infelices (como la : aquellas minas , con la pequeña diferencia de M ñían han dejado el lecho de piedra donde duermen á la presente) en que el genio es solitario y deshechado, j creencias mitológicas. Una comisión de los árabes de sombra de los altares, para cruzar una vez mas las es suponiéndole que sueña con ilusiones de fantástico por- i aquella región que se acercó á conocer los motivos de trechas calles de Toledo, donde aun podrían reconocer venir, en que nada se cree mas que en todo aquello la visita de Mr. Caillaud, amonestaron seriamente * las portadas y los escudos de sus casas solariegas!. La que está al servicio de los placeres físicos, el artista no éste á que no durmiese cerca de las cuevas, por ser imaginación se remonta desde aquella apariencia de puede consolarse mas que contemplando la via por muy peligroso á causa de las serpientes, lobos, y otras fieras que tenían en ellas su guarida , y por ser espe realidad al ancho espacio en que campea y domina donde ha pasado el polvo de otras épocas. como dueña y señora, y reconstruye todo el pasado y Al principio de este siglo todo se mudó tan radical cialmente la mansión de los demonios. Los hombres que componían el acompañamiento de lo siente y lo admira en lo que tenia de amirable. mente que el arte tuvo necesidad de recuperar las le Considerada bajo este punto de vista la Semana San- yes de su belleza y de lo verdadero. El siglo pasado Mr. Caillaud creyeron tan de veras en la verdad de la de Toledo, no admite parangón con ningnna otra. fue destructor, el presente parece que quiere ser edifi aquel peligro, que ninguno de ellos cerró los ojos aque cador, si Dios le es propicio para darle una entera cons lla noche, y se la pasaron disparando tiros para alejar Gustavo Adolfo Becqlxr. tancia, pues en la primera mitad de que se puede dar á los malos espíritus de que habían hablado los a'babfe, ha oscilado entre las formas mas opuestas sin sentir dehs. Al año siguiente en su segunda espedicion, Mr. Cai alguna. LA ARQUITECTURA Y LA SOCIEDAD. El estudio regularizado y material , arqueológico y llaud se enteró de que algunas de las excavaciones te crítico , ha dado lugar á una competencia instantánea 1 nían la profundidad de ochocientos metros, y que eran III. de querer esplotar la forma apropiándose aquella que I tan espaciosas, que podían trabajar en ellas 400 hom El arte arquitectónico llegará á su perfección en la mejor nos parece sacada de entre las ruinas del bres a la vez A siete leguas del monte Zebarah descu «'•poca presente, cuando haya reunido á la ciencia de antiguo clasicismo griego y romano : ha prostituido el I brió algunas otras que contenían minas de esmeraldas