Página:El problema feminista.djvu/63

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
62
LEOPOLDO LUGONES

de la ciencia permiten vivir al ganapán contemporáneo en mejores condiciones que el señor de la Edad Media; pues mientras hoy, como ayer, aquél trabaja con exceso para ganarse una mísera vida, padeciendo frío, hambre, desnudez, el barón no trabajaba, vivía harto, disfrutaba de todas las comodidades existentes entonces, o sea de las únicas que podía apetecer, resultando así, entre su vida y la del mísero, la misma diferencia de ahora.

No falta en ningún hogar miserable de nuestras ciudades el candil de botella en el cual sobrenada un poco de aceite que embebe un pábilo aboquillado, como mecha por un tubito de metal. Los pobres de la Roma cesárea, conocían igual utensilio. El fuego invernal de millares de casas inglesas está alimentado por la misma turba hedionda y fuliginosa que encendían, con igual objeto los primitivos británicos. Cuando examinamos los documentos antiguos, como aquella famosa tarifa de Diocleciano y las diversas estimaciones que hacen sobre los precios convenientes y sobre los salarios muchas leyes romanas, sorpréndenos, en verdad, la diferencia escasísima del costo entre aquello y nuestros artículos de limentación. La naturaleza y la calidada