¡No os ocupéis de lo que al polvo vuelve!..
Jamás el que descansa en el sepulcro
Ha de tornar á amaros ni á ofenderos.
Jamás! ¿Es verdad que todo
Para siempre acabó ya?
No, no puede acabar lo que es eterno,
Ni puede tener fin la inmensidad.
Tú te fuiste por siempre; mas mi alma
Te espera aún con amoroso afán,
Y vendrás ó iré yo, bien de mi vida,
Allí donde nos hemos de encontrar.
Algo ha quedado tuyo en mis entrañas
Que no morirá jamás,
Y que Dios, porque es justo y porque es bueno,
Á desunir ya nunca volverá.
En el cielo, en la tierra, en lo insondable
Yo te hallaré y me hallarás.
No, no puede acabar lo que es eterno,
Ni puede tener fin la inmensidad.
— Mas... es verdad — ha partido,
Para nunca más tornar.
Nada hay eterno para el hombre, huésped
De un día en este mundo terrenal,
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Poesías