Página:En voz baja.djvu/67

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
LA SOMBRA DEL ALA
63
 

SOMBRA DEL ALA


 Tú que piensas que no creo
cuando argüimos los dos,
no imaginas mi deseo,
mi sed, mi hambre de Dios;

 Ni has escuchado rai grito
desesperante, que puebla
la entraña de la tiniebla.
Invocando al infinito;