ENCUESTA FEMINISTA ARGENTINA
DEL FEMINISMO (Contestación expresa)
En cesta hora de renovación social, el feminismo ha entrado en la corriente de las ideas modernas como una iniciativa lógica. fundamentada en el hecho, ya innegable del aporte intelcetuai y económico de la mujer, en la vida normal de los pueblos.
No tenemos necesidad de volver la mirada a los países del otro lado del océano para hallar méritos más que suficientes en pro de la teoría feminista: fábricas, talleres, oficinas y comer- cios, nos dan acabada idea de cuanto cumple a su aceión labo- riosa cn el campo del trabajo manual; academias, liceos, escue- las normales, universidades, e institutos profesionales, nos la presentan entregada a la conquista del saber con el tesonero empeño de su espíritu apasionado.
La legión de estas mujeres, con capacidad suficiente para asegurar su independencia ceorómica; de mujeres que trabajan y que estudian a la par del hombre, que contribuyen a sostener los hogares, a educar los hijos, a extender la beneficencia, a aumentar cl ahorro y a sustentar, en suma, el ideal de yivir con cierto bienestar y tranquilidad en el seno de cada familia,—ha alcanzado para sí y para los demás el derecho de reformar sus leyes, de pensar en su mejoramiento social; simplemente de ob- tener la justicia de un salario igual al del varón en tareas iyua- les; de una propiedad inalienable sobre su ganancia, fruto de la labor de su mano o de la luminosidad de su pensamiento; de una misma potestad sobre los hijos de cualquiera circunstancia de su vida; del libre ejercicio de la profesión o comercio que redunde en provecho de sí misma y de la familia, sin necesidad del beneplácito protector y depresivo del marido; de ser ante la ley capaz y responsable; levantándose, en fin, al nivel del hombre y arrojando como cadenas indignas, la carga de prejui- cios sociales que hasta hoy la atan a la tradición medioeval.
Los movimientos actuales, los proyectos de leyes que más o menos restrictivamente tratan de dar a la mujer su independen- cia legal en la familia, su libertad de acción en la sociedad y hasta sus derechos políticos, no tardarán en ser felices realida- des, porque así lo exige la époea y sus propias necesidades eco- nómicas y sociales, Respccto de esta última ventaja, no diremos
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