DE ORIZABA. 169
de los secretos mas íntimos del conquistador y su mas fiel aliada, le seguia no ya como la antigua concubina, sino como un auxiliar tan poderoso como los soldados que venian á su mando, muy escasos en número[1]. La noble princesa era un galardon de precio inestimable, que Hernando Cortés gustaba llevar siempre consigo para atraerse mas las simpatías de los vencidos.
La vida de esta muger fué una serie no interrumpida de aventuras: hermosa y entendida, al llegar Cortés á las costas de Tabasco, la recibió como un presente, juntamente con otras diez y nueve doncellas.— Dotada por la naturaleza de un claro talento y de no escasas prendas físicas, pronto se hizo dueña del corazon del general.
Aunque de distinguido nacimiento, cú-
- ↑ Probablemente no escedian de cien hombres de caballería y cuarenta ó cincuenta infantes españoles, y tres mil indios auxiliares. Carta de Albornoz, y Quinta Carta de Cortés. Coleccion del Sr. Icazbalceta. Tomo 1.o