i talvez de alguna laguna, pues para su corto curso, el caudal de sus aguas es demasiado crecido. Éste es el punto por donde suben sus botecitos los labradores del ciprés. Repechar el Salto no es posible, tanto por lo correntoso como por faltar una playa adecuada para el uso de la sirga, aparte de lo dificultoso que es salvar gradientes tan fuertes.
El rio de la Apretura tributa sus aguas al Puelo por sobre su ribera derecha. Su caudal es bien notable i mui torrentoso. Su temperatura es un poco mas fria que la del Puelo, por lo que parece venir de algun lago andino. Sus acarreos son todos de grandes piedras dioríticas i en tal cantidad que han ocasionado, como hemos dicho, el banco del Salto i las numerosas islas que se encuentran en la primera parte del Puelo. Las aguas arrastran tambien, i en abundancia, piedra pómez, cuyas menudas muestras se encuentran en su afluencia con el principal i en las riberas de éste hasta vaciarse en el mar. Del rio Apretura para adelante, el Puelo no ofrece nada que pueda hacer sospechar la proximidad de algun volcan.
A la una del dia tomé el botecito i comenzamos la ascension del rio orillando la ribera izquierda, que es por donde la corriente es menos fuerte. Inmediatamente arriba del Salto, se estrecha mucho encajonándose entre muros de roca mui elevados, motivo por el cual se ha apellidado a este trecho con el nombre de la Apretura. La anchura del rio en esta parte varia entre 30 i 20 metros, sobre una estension de 200. Pasado este punto, el rio vuelve a ensancharse i da principio a la Poza o sea el lago Tagua-Tagua, que se prolonga hácia el SE. por cerca de siete millas. El lago es profundo i la primera parte llamada Poza de las Islas, por contener en su centro una isla pajiza i otra menor de piedra, tiene una anchura de 400 metros por 3 quilómetros de lonjitud, bien respaldada por elevados cerros. En su estremo oriental se estrecha a 120 i 150 metros por una estension de 300, trecho que se denomina carrera del Barraco i que encierra un rápido cuya gradiente es de mas de 1 metro en 50 de lonjitud. La correntada de las aguas es fuerte i solo pueden vencerla los botes por medio de la sirga, orillando el banco de guijo que tiene sobre su ribera derecha. Nosotros, gacias a una recia brisa del norte, la salvamos a remo i vela, con algún trabajo.
Pasada la correntada del Barraco, se cae en un lago mayor