Calfucurá. A cambio, recibiría salarios mensuales, vestimenta y víveres para su gente.“ AI fallecer Yanquetruz (1859) su hermano Chingoleo renovó el tratado. En Patagones se finnaron acuerdos similares por esta época con Paillacan, Quincagual, Sinchel, y Colohuala. Chingoleo se asentó en San Javier, con el fin de controlar ia frontera hasta el río Colorado auxiliadopor los hermanos Linares. Uno de ellos, Miguel, fue su sucesor y actuó como jefe del batallón de los indios amigos del cacique Chingoleo en 1872.57 En un principio, Chingoleo tenía jurisdicción sobre la zona de San Javier y la conocida como Potrero de los Nabos. En ésta última, la familia de Raymundo Crespo poseía terrenos desde 1824, debiendo por consiguiente los herederos litigar ante el juzgado de paz para reclamar la posesión ante la ocupación del cacique. Para 1865 Chingoleo ocupaba tierras frente a la actual Guardia Mitre (entre Cubanea y Sauce Blanco) y al sudoeste del Fortín invencible, en las cercanías del pueblo de Mercedes de Patagones. Esto provocó el desalojo forzoso de los antiguos ocupantes y propietarios, que no lograron mantener sus poblaciones: Pedro León y Benigno Entraigas, Juan Entraigas, Juan José Ibarra, herederos de Raymundo Crespo. Según datos de los expedientes de tierras, los ocupantes de las tierras de Chingoleo, fueron Solano Alderete (desde 1857) , José Clemente Nuñez (desde 1862), Alejo García (desde 1865) . Con el capitanejo Linares, establecido en Cubanea desde 1866, se presentaron dificultades al efectuar el gobierno provincial la mensura de las tierras de Pedro León y Benigno Entraigas en San Gabriel (3/4 de legua cuadrada), la de Juan Entraigas, adquirida en 1825 (una legua cuadrada), la de Juan José Ibarra en 1872 (0,03 legua cuadrada). Todas las mensuras fueron protestadas por Linares, desconociendo los dere- chos de los primeros pobladores, anteriores a la instalación de las tribus del cacique. El gobierno provincial, consideró prioritario respetar la cesión hecha a los caciques, como una manera de evitar resquebrajar la di■cultosa paz alcanzada.“ 88 la defensa y vigilancia de ambas márgenes del río, y enfrentar a su rival
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