Página:Excursión arqueológica a las ruinas de Kipón (Valle Calchaquí, provincia de Salta).djvu/40

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 32 —

cuatro esqueletos completamente destruidos. Uno de los cráneos descansaba sobre un puco rojo (625) sin rastros de dibujo alguno. No se exhumó ningún otro objeto. Sobre estas tumbas pobres, de contenido desordenado, volveremos en seguida, pues ofrecen tanto interés como aquellas que, dentro de la relatividad de la civilización que estudiamos, resultan ricas y hasta lujosas, si se quiere, muchas de ellas ( i ). Hallazgo 12 —A 50 metros al E. del hallazgo 8, en un recinto elipsoidal, pircado^ y á una profundidad de un metro se halló: doce esqueletos muy deshechos y dos pie- zas de alfarería de las cuales una se fracturó al ser ex- traída (2), La restante es un vaso libatorio ( 623 ), rojo y conser- va rastros de la decoración negra que poseyó (fig. 21). En uno de sus bordes se ha representado una mujer sentada, sosteniendo en sus faldas á un niño. Sus rasgos son toscos : nariz muy larga y redondeada, típica en las representaciones calchaquíes de esta natura- za, ojos oblicuos con marcada expresión de sueño, boca diminuta y peinado de dos trenzas que caen á ambos la- dos de la cara. (1) Omitimos, en nuestro trabajo, la enumeración de las tumbas que, habiendo sido abiertas, sólo nos proporcionaron huesos. Baste decir que se encuentran, por lo general, ubicadas fuera del lugar poblado y su número asciende á veinte y seis. (2) Casi todas las piezas de esta prehistórica población se en- cuentran á merced de dos elementos destructores, fuera del tiempo que todo lo deteriora. Estos elementos son: el salitre por una parte, que actúa descascarando las partes externas de todos los objetos y por otra, la masa aluvional que cubre toda la región y cuyo peso fractura completamente los objetos fabricados con material tan frágiles como la arcilla cocida. Suele suceder que las urnas, rasgadas al ser inhumadas, conclu- yen por fragmentarse en miles de pedazos y se las halla, al tiempo de la exhumación, con sus líneas de fractura tan gastadas y pulidas que todo esfuerzo tendiente á su restauración resulta estéril. Es por esto que se hace necesario abandonar aquellas piezas que, ha- llándose en estas condiciones, no ofrecen ningún interés para nues- tros estudios sobre Arqueología.