cha liberalidad sus haciendas à los soldados, que los defendian y amparaban contra Carlos à quien temian; pero despues que con la paz se tes quitó este miedo, comenzaron à sentir la mala vecindad de los soldados, y à desavenirse con ellos: disgustos que forzosamente habían de causar daños gravisimos, si la nueva expedicion no los atajára.
EMBAXADA DE LOS NUESTROS
al Emperador Andronico, y su
respuesta.
R
oger y las demas cabezas principales del exercito resolvieron, que luego se enviasen dos Embaxadores al Emperador Andronico à proponelle su servicio. Hicieronse las instrucciones, asistiendo à ellas con otros Capitanes Ramón Montaner, uno de los escritores de mayor credito, que intervino siempre en los consejos y execuciones mas graves de esta expedicion. Entregaronse à dos caballeros, cuyos nombres el tiempo y el descuido dexaron envueltos en tinieblas, para que