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Página:Facundo - Domingo Faustino Sarmiento.pdf/171

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Facundo

haciéndole morir en medio de las llamaradas de las incendiadas sábanas.

El coronel Barcala, el ilustre negro, fué el único jefe exceptuado de esta carnicería, porque Barcala era el amo de Córdoba y Mendoza, en donde los «cívicos» o idolatraban. Era un instrumento que podía conservarse para lo futuro; ¿quién sabe lo que más tarde podrá suceder?

Al día siguiente principia en toda la ciudad una operación que se llama secuestro». Consiste en poner centinelas en las puertas de todas las tiendas y almacenes, en las barracas de cuero, en las curtiembres de suelas, en los depósitos de tabaco. En todas, porque en Tucumán no hay federales, esta planta que no ha podido crecer sino después de tres buenos riegos de sangre que ha dado al suelo Quiroga, y otro mayor que los tres juntos que le otorgó Oribe. Ahora dicen que hay federales que llevan una cinta que lo acredita, en la que está escrito: «¡Mueran los salvajes inmundos unitarios! ¡Cómo dudarlo un momento!

FACUNDO Todas aquellas propiedades mobiliarias y los ganados de las campañas, pertenecen de derecho á Facundo. Doscientas cincuenta carretas, con la dotación de diez y seis bueyes cada una, se ponen en marcha para Buenos Aires llevando los productos del país. Los efectos europeos se ponen en un depósito que surte á un baratillo, en el que los comandantes desempeñan el oficio de baratilleros. Se vende todo y á vil precio.

Hay más, todavía: Facundo en persona vende camisas, enaguas de mujeres, vestidos de niños; los despliega, los enseña y agita ante la muchedumbre. Un medio, un real, todo es bueno; la mercadería se despacha, el negocio está brillante, faltan brazos, la multitud se agolpa, se ahoga en la apretura. Sólo, sí, empieza á notarse que pasados algunos días, los compradores escasean, y en vano se les ofrecen pañuelos de espumilla bordados por cuatro reales: nadie compra.

¿Qué ha sucedido? ¿Remordimientos de la plebe? Nada de eso. Se ha agotado el dinero circulante; las contribuciones por otra parte, el secuestro por otra, la venta barata, han reunido el último medio que circulaba en la provincia. Si alguno queda en poder de los adictos i oficialesla mesa de juego está ahí para dejar al fin y á la postre