de octubre de 1851, se retiró a vivir en Peñarol con su familia y allí, dice C. M. Braconnay, fué siempre el padre de los pobres, que cuidaba como médico, haciendo práctico el juramento prestado en Montpellier al doctorarse: “Daré mis cuidados gratuitcs a los menesterosos y nunca cobraré un salario injusto”.
La situación económica era, sin embargo, muy distinta a la de los tiempos iniciales del sitio, pues su fortuna había desaparecido en la guerra.
Fiel adicto al Partido Colorado, en la revolución contra el gobierno de Pereira, en diciembre de 1857, marchaba a incorporarse a sus amigos en armas, cuando a consecuencia de una caída del caballo se abrió malamente la vieja herida de la pierna fracturada, viéndose obligado a pasar a una de las carretas del parque de la columna revolucionaria del general César Díaz. En esas condiciones, casi inválido, el 15 de enero de 1838, en la acción de Cagancha, ifué lanceado por una fuerza de caballería del general Lucas Moreno, al mismo tiempo que Bonifacio Vidal, Benito Larraya y varios otros jefes y compañeros.
BRITO DEL PINO, EDUARDO Manuel Miguel Antonio
Jurisconsulto, legislador y catedrático. Hijo del general José Brito del Pino, nació en Montevideo el 17 de junio de 1839. Cursó estudios universitarios, recibiéndose de doctor en jurisprudencia en el año 1865.
Fiscal de Gobierno y Hacienda en el gobierno de Ellauri, hizo renuncia de este importante cargo en marzo de 1874.
Rector de la Universidad en el mismo año, dimitió el cargo en el gobierno de Varela.
Ajeno a la política militante, mientras algunos de sus hermanos desempeñaban un activo rol en las filas blanco-nacionalistas, su nombre fué incluído entre los suplentes de senador por Cerro Largo en las elecciones de 1879, cuyo objeto era dar forma legal al gobierno dictatorial del coronel Latorre, pero convocado para ingresar al parlamento, rechazó la banca.
Figura distinguida de la generación principista y avanzada, cuya obra cristalizó en la Sociedad de Amigos de la Educación Popular, la Sociedad Universitaria y el Ateneo, hombre de ideas liberales en materia de religión, su propaganda contra el clericalismo fué activa y elocuente.
Decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, volvió interinamente al puesto de Rector por designación del gobierno de Idiarte Borda el 28 de agosto de 1895, y al votarse en ese año la terna para proveer el cargo en propiedad, obtuvo hasta 35 votos de la sala de doctores.
En los acontecimientos políticos del año 1898, que tuvieron la virtud de galvanizar al Partido Constitucional, cuando este sumó el apoyo de un prestigio histórico al gobierno de facto de Juan L. Cuestas, el