Cuan sin descanso vive,
y cuan sujeto siempre á mil azares!
sin algun gusto recibe
sele aguan, ya temores , ya pesares,
viviendo en tanto engaño
que aun no le desengaña el desengaño.
Él que en el alto asiento
se ve de la fortuna entronizado,
anda bebiendo el viento
por aspirar á mas sublime estado:
que no hay si bien se advierte
nadie en al mundo alegre con su suerte.
Solo él que se retira,
y con la santa soledad se abraza,
con dulce anhelo aspira
á bienes que la gracia da sin tasa,
y asi no le es forzoso
fingir, rogar, temer ni estar quejoso.
Cuan sosegado y quieto
pasa su vida sin querella alguna,
mirando cuan sujeto
está siempre a los golpes de fortuna;
el que la calle y plaza,
con fausto y vanas pompas embaraza.
Las púrpuras reales
coronas, cetros, tronos y grandezas,
las tiaras imperiales,
los reinos, los gobiernos, las riquezas,
viene á estimar en menos
que plátanos de verdes hojas llenos.
Las armas y blasones,
insignias, timbres, y ricos frontispicios,
los fuertes torreones,
alcazares y altos edificios,
en su opinion es todo
ceniza, estiercol, tierra, pulvo y lodo.
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