atendidos con el fondo de matrículas. Los sueldos de la directora de clases y una ó dos ayudantes aprendices (estos muy bajos por eso) serian á cargo del Consejo Nacional.
Las clases especiales agregadas á una ó más escuelas Superiores y Elementales de Varones, tendrían por objeto enseñar las asignaturas antes mencionadas. La más urgente, importante y útil de estas clases sería lo que llamamos de Cadetes de Comercio é Industria. Ella no solamente daría á la instrucción de numerosos niños la dirección armónica en su posición social y sus necesidades, sino que les ofrecería un medio de ganar salario al dejar la escuela ó de servir á sus propios padres en la gestión de negocios menores, en que ocupan niños extraños ó sufren perjuicios por su ignorancia y porque no pueden costear cadetes idóneos. El Comercio, la industria y la familia recibirán también la ventaja de este auxiliar, necesario, pero mal pre-