tismo y abnegación, en contribuir al éxito de la educación común.
Por su parte, este Consejo ha lamentado dicha actitud, pues esteriliza una parte de su acción, privándolo del medio más directo y eficaz de trabajo: el cultivo de las aptitudes y de la preparación de los maestros.
El Consejo y los directores de escuelas prestaron la atención necesaria al nuevo sistema aceptado, por el Consejo Nacional para los exámenes y clausura del año escolar.
Es difícil decir cual es el crédito que en definitiva merece el sistema y deseamos confirmar nuestras observaciones en uno ó dos años más. En un punto debemos, sin embargo, afirmar que ha fracasado: en la asistencia de las familias durante los tres días de actos públicos previos á la clausura.
La bochornosa indiferencia de los padres y familias ha quedado de nuevo comprobada. Y esta indiferencia ha sido mayor entre las familias de buena