La cara, es más bien ancha que larga y el conjunto de los rasgos, ofrece una dureza que no se parece en nada al tipo puro y delicado del griego, tipo ideal de la raza caucásica.
Los pómulos, son salientes, los ojos muy negros y ligeramente levantado hacia las sienes, se hunde en un arco muy saliente, que da á lá mirada cierta expresión sombría.
La boca, es grande, los labios, delgados, la frente estrecha y á veces deprimida.
La naríz, este rasgo característico de la fisonomía, es generalmente grande y muy aguileña.
El tipo uniforme de las figuras groseramente esculpidas en los viejos monumentos indígenas, es la exageración de la fisonomía nacional.
Una de sus particularidades, el aplastamiento de la frente, se encuentra aún hoy en algunas de las tribus de las dos Américas. Una de ellas, en la América del Norte, ha recibido de los europeos la denominación de cabezas planas.
Importa, para la determinación del tipo aborigen, apreciar las circunstancias que han podido influir en su pureza.
En las provincias centrales, y sobre todo, donde los establecimientos europeos han dominado, las mezclas han sido frecuentes, así como en los confines de las praderas ameri
