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No debe confundirse el determinativo con el adje- tivo. Este expresa una idea de modificacion, inhe - rente á la sustancia é identificada con ella; aquél ex- presa una idea de modificacion, referente á la sustan- cia, pero no inherente ni identificada con ella, sinó inherente é identificada con nuestra manera de con- siderar dicha sustancia. Me fijo, por ejemplo, en un caballo, y digo: caballo negro, mi caballo. La idea de modificacion, negro, está tan identificada con la de sustancia, caballo, que si somos tres personas y todos nos fijamos en el color, todos diremos caballo negro. La idea de modificacion, mi, no está identificada cen la de sustancia, caballo, sinó con mi modo eventual de considerarla; de suerte que si somos tres personas, y cada una de las tres ha de expresar dicho modo eventual, no diremos todos m1 caballo. Yo, hablando con las Otras dos personas, diré, mi caballo; las Otras dos, hablando conmigo, dirán, ru caballo; y hablando, una de aquellas á la otra, dirá, su caballo. Segun la distancia eventual, á que estuviesen del caballo, tres distintas personas, la primera ó mas próxima podria designarla diciendo usTE caballo; la segunda, E8E caba- dlo; y la tercera, AqUEL caballo, Negro cs adjetivo; mi y este son determinativos, :
El nombre propio, como representa un solo y de- terminado sér, su extension es mínima y determinada; hé aquí porqué el nombre propio, rigurosamente tal, no va nunca acompañado de determinativo. (103 á 104 y 113).
142 (129). El DETERMINATIVO se divide en artí- culo, demostrativo, posesivo, cuantitativo de- finido y cuantitativo indefinido.
