varlos, sin mover mucho los enfermos (llamados sucios): paralíticos, locos, etc., que pierden secreciones y hace necesario renovar á diario la parte media del colchón.
Las sábanas, frazadas, colchas y fundas etc., deben ser de color blanco; pues, todos los tintes son dañosos y encubren con un fondo obscuro, las manchas del desaseo.
Cuando es posible se ponen éstas, junto con el colchón, afuera al sol y aire todos los días para que se evaporen las secreciones producidas durante la noche y se purifiquen con el aire y la luz del sol. Se deben lavar y desinfectar á menudo, los forros y rellenos de los colchones en hoteles ú hospitales, mudándolos cada vez que cambian de pasajeros ó enfermos.
Para hacer la cama con arte, se debe fijar que la sábana se ponga siempre con el lado derecho contra el enfermo; que esté bien estirada y que no queden arrugas; pues, el descuido de estas cosas, produce malas y desagradables consecuencias (infecta colchón) y para el enfermo: erosiones y escaras. El mismo cuidado debe tenerse siempre con la ropa del enfermo, paños, zaleas, etc.
Las sábanas pueden cambiarse estando el enfermo en cama; arrollando la limpia longitudinalmente y reemplazando á la desaseada por un costado del enfermo, que se inclina de un lado para el otro para cambiar simultáneamente la usada y la limpia. También puede hacerse principiando de los pies y terminando en la cabecera.
Para mudar la cama, es conveniente tener otra cama á mano; si no se tiene esto, como sucederá casi siempre, debe buscarse un sillón ó sofá conveniente y cómodo, donde el enfermo pueda descansar, mientras se le arregle la cama. (Manera de levantar y transportar el enfermo, véase pág. 200). Aquí debemos agregar, que una persona aunque sea pesada, puede ser llevada perfectamente en un corto trayecto por una sola persona, si sabe hacerlo hábilmente (láminas 111 a, b y c).