El canto de las sombras
EL LIBRO
I
Este es el libro, hermanos. Tiene en sus blancas hojas angustias de Lelian, suspiros de Chopín y tormentos de Poe; nació con las congojas, al sentir las estrellas golpear en mi sién.
Este es el libro místico ritmado entre cipreses, el libro de los buhos y el libro del dolor; sus alas son cadáveres de eternas palideces, sus hojas neurasténicas tienen sólo un color.
““El canto de las Sombras'* lo llamaron las brujas, clavó en él, fantasmática, la Muerte sus agujas, los murciélagos tristes libaron su elixir;
las cruces lo adornaron con sus negros misterios, y hasta las catacumbas y hasta los cementerios grabaron en sus páginas la canción del sufrir.
TI
Este es el libro, hermanos: los de triste sonrisa tomadlo en el Silencio, leedlo en la Soledad y quemadlo después... Es mejor la ceniza «que el esqueleto móvil... ¡viva en la Eternidad! Si no sabéis llorar no abráis nunca este libro: dejadlo, que las Sombras lo vengan a cubrir: en él mis sueños flotan y con él toda vibro: ¡soy un ciprés que el viento ha vuelto a sacudir!
Enfermos de elegías y enfermos de vagancias, tísicas noviecitas: aspirad sus fragancias, humedeced sus nieblas con un llanto de luz;
y cuando el fuego helénico alumbre sus despojos. alzad, muertos, los párpados; cerrad, niños, los ojos, porque las Sombras ponen sobre el libro una cruz...
ii