Página:Hebe Foussats Canto Sombras.djvu/192

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

El canto de las sombras

HUMAREDA GRIS

Yo debí sentirme por toda la tierra; en las ebriedades del momento aquel debí ser profunda, debí ser inmensa como un canto de alma, como un sol de fé.

La vida debióme ver como un suspiro y sobre el instante de esa eternidad, debí, sin saberlo, de vivir un siglo de correr un mundo, de sondear un mar.

Yo, que soy del polvo grano imperceptible, de la lluvia gota bebida, al caer, hecha lampo y sombra toqué los confines, hecha aroma y sueño penetré un edén.

La inquietud del orbe sacudió mi sangre, concebí los astros y al sentir su luz, recorrí imposibles, surqué infinidades y bebiendo estrellas me embriagué de azul.

Yo era un incensario; mis pavesas de oro ciñeron vacíos, llegaron a Dios. ¡Bendita la vida de un momento solo! ¡Bendita la Muerte después del Amor!

— 188 —