res, y trompetas con gran rumor. Danſeles tres dias de termino para rumiar, y conſultar ſobre lo propueſto, y decretado, y no hallandoſe inconvenientes, es infalible la execucion, para la qual confirman el decreto, y ajuſtan los medios, que parecen mas efficaces para e lintento.
CAPITVLO III.
Proſigue la meſma materia, y trataſe dela nobleza delos Indios de Chile.
Proſigue la meſma materia, y trataſe dela nobleza delos Indios de Chile.
A
Ntonio de Herrera en el lugar citado en el capitulo. paſſado hablando delos Indios en comun, dize, que entre ellos ay algunos aventajados al vulgo, como caualleros, y luego añade eſtas palabras, aojas 76. [de eſta manera han ſido, y ſon los Indios de Chile], y dize bien, porque ſi el lucimiento, y valor en las armas es principio de nobleza, como ſe puede ver en D. Andres tiraquello en el primero tomo de ſus obras, que trata De nobilitate, & iure primogeniorum, y muchas nobiliſſimas caſas, no conocen, ni blaçonan, oy otro origen de ſu hidalguia, y eſclarecida nobleça, que el decender de algun gran Capitan, o ſoldado, que en tal, o tal batallas ſe ſeñalò, de manera, que mereciò ſer premiado de ſu Rey; ſiendo los Indios de Chile tan inſignes, y ſeñalados en el exercicio delas armas, como todos publican, y lo mueſtra la experiencia; con raçon ſe les da entre los demas Indios, el titulo del nobles, y caualleros; en fin ſon los valeroſos Cantabros dela America, que aſſi como los dela Europa, merecen el titulo de nobles, por el valor con que ſe defendieron de ſus enemigos quando todo el reſto de Eſpaña ſe vio de baxo de ſu poder, aſſi los Chilenos merecen eſte meſmo titulo, pues hauiendoſe apoderado el Inga de todos los Reynos del Perù, haſta los confines de Chile, no le dexo paſſar adelante el animoſo, valor de ſus habitadores.Vna circunſtancia hallo aqui digna de reparo, y es que en Cantabria pudo ſer gran parte de ſu defenſa, lo incontraſtable de ſus montes, y el menos interes, que ſe podia prometer de ſu conquiſta, por ſer pais, cuyo ſuelo no es de ſuyo de tanto prouecho como otros; no aſſi en Chile, donde fue ſiempre tan conocida la riqueza de ſus minas, y las tierra, ſi montuoſa, no tanto, que no tenga en muchas partes dilatados valles, y campos muy eſentos, y eſcombrados, y tan fertiles, y abundantes como hemos viſto: ſolo el valor, y valentia de ſus habitadores, fue la defenſa, y conſeruacion de aquella tierra, ſin otros reparos, ni fortalezas, ellos por ſi ſolos fueron los muros, y caſas fuertes, que reſiſtieron al poder contrario, pues no teniendo, ni vn caſtillo, ni vna muralla en toda ſu tierra, ni vna boca de fuego para oponerſele, le detuuieron el paſſo, y le obligaron a voluer atras con eſcarmiento, para no intentar en adelante lo que tan mal les hauia ſalido. Verdaderamente es eſto coſa digna de admiracion, aunque no tanto alos que ſaben lo mucho que eſtos Indios ſe precian de ſoldados, y el exercicio de armas, que tienen, aun deſde muy moços, de que ſerà bien dar alguna noticia.
En teniendo el niño fuerças, le hazen ſubir corriendo vna pedregoſa cueſta, dan do al que mexor lo haze, vn premio, con que ſe hazen muy ſueltos, y lijeros, y aſſi los he viſto yo en ſus fieſtas, holguras, y juegos, a poſtar a correr de dos en dos con gran ligereza; alos ya manceuos exercitan en las armas, y los que no aprouechan, y mueſtran menos talento en eſte exercicio, los aplican ala labrança, y los que eſtan dedicados ala guerra, y no los dexan diuertirſe, ni ocuparſe en otra coſa, y aſſi eſtan obligados a ſuſtentar armas y cauallos, y ſer muy dieſtros en ſu exercicio, y eſtar promptos, y aparejados para la ocaſion, en que dan acada vno el pueſto, y officio ſegun el talento que ha moſtrado en las que ſe han offrecido; ni vale para eſto interceſſion, nobleza, ni otro titulo, que el delas hazañas, con que cada qual ſe ha acreditado en los lances que ha tenido en las batallas, y encuentros dela guerra.
Las armas, de q̃ vſan, ſon Picas, Alabardas, Lançones, Hachas, Martillos,