tinuamente con el enemigo. Es muy lucido el preſidio, y ſoldadeſca, que eſtà de guarnicion en eſta ciudad, donde todos los dias entran, y ſalen las compañias de guardia, conforme al vſo, y practica delas jerras, que ſon de guerra, y fuera delos officios de Alferez, Capitanes, Sargentos mayores, y maeſſes de campo, que eſtan a diſpoſicion del Capitan general, provee el Rey otros officios, que ſon el de cõtador, y theſorero, y el de veedor general que esta ſegunda perſona deſpues del gouernador, y ſon pueſtos de grande eſtima, conſideracion, y no de poco prouecho en aquel Reyno; y paſſa por ſus manos el deſpacho de trecientos mil peſos del Real ſituado, que todos los años ſe reparte, y diſtribuye entre los ſoldados, y officiales que tienen plaça viua, paſſada por los Reales libros dela veeduria general.
Eſtan fundadas en eſta ciudad las ſagradas Religiones de ſanto Domingo, ſan Franciſco, ſan Auguſtin, Nueſtra Señora dela Merced, y la Compañia de Ieſus, y la delos Hermanos del B. Iuan de Dios, a cuyo cargo eſta el hoſpital Real, en que ſe curan principalmente los ſoldados, aquien acuden, y aſſiſten con grande Vigilancia, aſſeo, y curioſidad; y los conuentos, y Ygleſias delas religiones, el culto diuino, y cofradias van cada dia mejorandoſe, y compitiendo en muchas coſas con las de Santiago. Es ſobre todo inſigne en milagros, y deuocion del pueblo la deuotiſſima imagen de Nueſtra Señora delas nieues, que eſtà en la Ygleſia mayor de eſta ciudad, donde al preſente, ſe le va labrando vna ſumptuoſa capilla, con las limoſnas, que para ello da el pueblo, con gran deuocion, y los nauegantes, y gente dela mar, que la ha tomado por patrona, y avogada, por las marauillas, y miſericordias, que vſa con ellos en aquellos mares, que ſuelen ſer muy tempeſtuoſos, y de gran peligro, ſi cogen los nauios tocando algo en el hiuierno y aſſi en las tormentas la invocan, y hazen votos a clamando ſu fauor y quando por ſu interceſion llegan a tierra, ſuelen ir en proceſſion deſcalços a ſu Igleſia, a offrecerla ſus limoſnas y cumplir ſus votos.
Fue eſta Imagen del Illuſtriſſimo Señor Don Fray Antonio de San Miguel, aquien el Emperador Carlos V. embio por obiſpo dela Ymperial, juntamente con don Fray Pedro Medellin, que lo fue de Santiago; y fueron los dos primeros Prelados de aquellos dos obiſpados y entrambos dela ſerafica Orden de ſan Franciſco, y muy ſeñalados en ſantitad de vida: hauiendo promovido a eſte inſigne Varon obispo dela Imperial por obiſpo de Quito; quiſo lleuar cõſigo ſu imagen, por la gran deuocion, que la tenia. pero el pueblo, que no ſe la tenia menor juntò cabildo, y en el reſoluieron de ir a poſtrarſe alos pies de ſu paſtor, a pedirle que no los dexaſſe deſconſolados, lleuandoles aquella prenda de tanto conſuelo, y privandolos de vn theſoro de tanta eſtima.
Fue toda la ciudad con eſta embajada al ſeñor Obiſpo (aquien mirauan todos como a padre, eſtimauan por ſu gran virtud (y con el mauor afecto, q̃ pudieron le rogaron, que ya q̃ los dexaua, no los dexafafae deſemparados, lleuãdoles de aquella tierra aquel vnico patrocinio de ella. El ſeñor Obiſpo enternecido de ver la gran piedad del pueblo, bañados los ojos en lagrimas, les dixo, que aunque le pedian la joya de ſu maior eſtima, y vn pedaço de ſu coraçon, no ſe atreuia a negarſelo, porque aquella Imagen entendia, que hauia de ſer el amparo de todo el Reyno, que aſſi tuuieſſen por cierto, que la habian de hallar muy propicia, y fauorable en todos ſus trabajos y peligros, y con eſto ſe deſpidio, llorando de dolor de apartar deſi lo que tanto amaua, y de conſuelo, por ver la piedad del pueblo que voluio mas contento con ſu imagen, que con el maior theſoro del mundo, y la colocaron denueuo en ſu lugar, donde hizo grandes milagros. He referido eſto por menor, porque eſta Imagen ha ſido el amparo de aquella tierra, deſde que los Eſpañoles començaron a fundarla, vſando con ellos ſingulariſſimas miſericordias, de que el piadoſo letor, y deuoto de eſta gran Señor, no dexara de cõſolarſe de ſaberlas; y aſſi tocare algunas mas ſeñaladas en los capitulos ſiguien