tidos de aquel ſitio los chriſtianos, baxaron delo alto algunos con ſu general Nangoniel, el qual eſtando bien deſcuydado del ſucceſſo, vio ſalir de repente, como leones, dela emboſcada, alos que en ella le aguardauan: no ſe turbò, antes recogiendo ciento, y cinquenta delos ſuyos, conquien ſe hallò en aquel llano: aguardò al Eſpañol, y apiñados todos en eſquadron cerrado, pelearon valeroſamente vn largo tiempo, haſta que hallandoſe Nangoniel herido de muerte, con tres heridos, que le hauia dado el Sargentomayor, ſe huuo de retirar, aunque tarde, porque le ſiguio haſta derribarle, y dexarle muerto con otros ciento, que quedaron alli con el; los que delos nueſtros de ſeñalaron en eſta occaſion como tambien en otras, los nõbra el Capitan Fernan de Aluarez de Toledo (cauallero Andaluz muy valeroſo, y gran chriſtiano q̃ ſe hallò preſente, y es el q̃ me ha dado la materia, q̃ toco de eſte gouierno) en eſtas dos otauas de ſu Araucana, que para honrra delos cõtenidos en ellas, y de ſus nobles decendientes, de que viuen oy muchos, quiero yo poner aqui como las hallo en ſu autor;
O gran Don Luis Iofre, que ſiẽpre has dado
Gran mueſtra de valor en tu perſona
Oy Miranda, Duran, y Maldonado,
Y el de Atenas, ſoys dignos, de corona
Aguirre Don Gaſpar, y Iuan Hurtado
Tobar, Luis de Toledo, ya pregona
La fama vueſtros hechos ſonoroſa
Con los de Cerda, Silua, y Eſpinoſa.
Alonſo de Riveros, Honorato
Luis de Cueuas Fagundes y el de vera
Aranda, Alonſo Sanchez, y ſerrato
Pero Gomez, Ortiz, el de Riuera
Pedro Paſten, Ciſternas, y Morato
Miguel dela Barria, y Aguilera
Cada qual firme anduuo oy en la ſilla
Y entre ellos Diego Vazquez de Padilla
Otro dia deſpues de eſta rota, llegò de Arauco el Capitan Cadeguala con trecientos Araucanos, que hauia traido, para ayudar a Nangoniel; por cuya muerte fue aclamado de todos, y elegido por cabo delos demas: con los quales ſe retirò al fuerte de Catiray, donde dieron a Cayencura la triſte nueua dela muerte de Nangoniel ſu hijo, y heredero de ſu caſa; y juntamente de que el campo Eſpañol iua deſtruyendo ſus tierras, talandole las comidas, y matando mucha gente, haſta llegar a Guadaua, y Chichico, donde hauia començado alabrar vn fuerte, el qual ſe acabò por Henero de 89. Es eſte vn valle muy delicioſo, y muy poblado de gente, y el preſidio delos mas inexpugables, que han tenido los Indios, por la comodidad, que les dan en el, para la retirada, vnos pantanos impenetrables, donde ſe acogen; era ſeñor de eſte Valle el valeroſo Paynamacho, hermano de Anteleuo, que quedò muerto en Mareguano; y con ſu ayuda començò Cadeguala a juntar mucha gente varias partes, para oponerſe al impetu Eſpañol, que ſe iua apoderando de todo a gran prieſſa. acudieron alli de Elicura con Cheuquetaro, trecientos guerreros muy eſcojidos; delos Coiuncos, Melillanga con docientos, y otros de otras partes, con que ſe fue juntando vn buen exercito, y con deſſeo de deſaloxar ya de alli alos nueſtros, ſalieron delos pantanos ſeis eſquadrones bien armados, marchando con gran ſilencio el Rio arriba, haſta llegar, donde eſtauan aloxados; dieron en los Yanaconas delos Eſpañoles, que ſon la gente de ſu ſeruicio, y hauiendo hecho gran rifa en ellos, y en el ganado, ſe voluian, lleuandoſe mucho por delante; pero hauiendolo ſabido los Eſpañoles, ſalieron arienda ſuelta ala vengança, y aquitarles la preſſa.
Salieron ala deshilada, y adelantadoſe el Maeſſe de campo, y hallandoſe con ſolos diez ſoldados, porque los demas aun no hauian llegado, reconociendo, que eſtaua el peligro en la tardança, porque con vna hora mas de tiempo ſe ponia el enemigo en ſaluo con toda la preſſa; ſe reſoluio de embeſtir con ſolos los diez compañeros, como lo hizo, con tal reſolucion, que cada vno parecia ciento, y en efecto fue aſſi, porque ſolos ellos rompieron el eſquadron al enemigo; y le dieron en que entender, haſta que hauiendo llegado la demas gente, dexandola peleando, ſe adelantaron, y atajando el ganado, que iua ya entrando por el monte, lo retiraron, y voluieron con el aſu Real de-