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Página:Histórica relación del Reyno de Chile.djvu/61

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BREVE RELACION

y demas hueſos blancos, de que ſe aprouechan los Indios para hazer algunos bancos, y pudieran hazerle muchas curioſidades.

Otro genero de peces ay en aquel mar particularmente en la Coſta de Coquimbo, que aunque no ſon tan grandes, lo ſon mucho, y de gran regalo, y ſon los Atunes, y Albacoras, que matan alli los Indios con admirable deſtreza, y facilidad. entran en el mar en vnas balſas, que hazen de cuero de Lobo marino bien coſido, y ſoplado como pelota de viento. lleua bien diſpueſta vna fiſga, que es a manera de vn tridente, con lenguetas aſſida a gran cantidad de vn fuerte, y recio cordel; comiença el Indio a bogar en ſeguimiento del Atun q̃ ha viſto y en hallando la ſuya lo fiſga, y claua arrojandole ſu tridente, el Atun luego que ſe ve herido, huye el mar adentro como vn rayo; el peſcador no le reſiſte; antes le va ſiguiendo, dandole foga quanta quiere, y ſigue ſu rumbo por donde quiera que va, haſta que de ſangrado el pez, y faltandole las fuerças para reſiſtir, va el Indio recogiendo ſu cordel; y acercandoſe ala preſa; que eſta ya muerta, o para morir, la hecha con facilidad ſobre ſu balſa, y buelue al puerto victorioſo a goçar delos deſpojos, y fruto de ſu trabajo.

Otras muchas ſuertes ay de peces, ſon bien extraordinarios los voladores, que tienen alas, y buelan: con ellas tanto, que ſiguen vn nauio como ſi fueran paxaros tambien ſon admirables los Leones marinos, de que hallan grandiſſima abundancia, los que nauegan el eſtrecho en vnas Islas vezinas al puerto del deſſeo, y ſon buenos de comer, y malos de coger, porque aunque los acribillen a balaços, no ſe rinden, mientras nolos aciertan con la bala ala cabeça, o al eſtomago: ſon tan grandes como potros, la cabeça propria de Leon con la melena bien cumplida, y larga, dela qual carecen las hembras, que ſon mucho mas pequeñas, que los machos, ni llegan ala mitad de ſu grandeza, y fuera de eſto ſe conocen en la mayor delicadeza, y ſuauidad dela piel. Mucho dizen de eſtos Leones marinos, los que han nauegado el eſtrecho, los quales refieren otras muchas eſpecies: de peces, que mataron en el, algunos de ellos de diez y ſeis palmos, de muy buen guſto, y ſabor. Otros refiere Antonio de Herrera, que ſe peſcan en la Ysla de Sancta Maria, de cuyos ojos ſe ſacan vnos como berruecos, que reſplandezen como finas perlas, y q̃ las vſan, las mugeres, y ſi como ſon algo blandos, fueſſen mas duros, dize que eran mexores que perlas.

Los Lobos marinos, que ſe crian en caſi todas aquellas coſtas ſe puede dezir que ſon ſin numero, ſegun la multitud que ay de ellos; he viſto tantos a vn fuera del agua, tomando el ſol ſobre las peñas, que no ſolo las cubrian, pero eſtauan vnos ſobre otros, y no pudiendo caber tantos juntos, rodauan al mar ſin poderſe tener. Y ſon tan grandes como terneras, ni ſe differencian de ellas en los bramidos que dan. en el viaje de Hernando de Magallanes dize Antonio de Herrera, que en el Rio dela Cruz, en el eſtrecho cogieron vno tan disforme, que ſin el cuero, caueza, y vnto, peſſò de diez y nueue arrobas Caſtellanas. Los Indios los peſcan para aprouecharſe del cuero, que es muy bueno y fuerte, y algunos comen la carne. En quanto ala muchedumbre delos peces mas comunes, y ordinarios de aquellos mares, eſcriuen los Autores ya citados con grande encarecimiento, en particular dizen dela armada de Guillermo Sceuten, que llegando alas islas de Iuan Fernandez, que hallaron en treinta y tres grados, y quarenta y ocho minutos, fue tanta la abundancia de peces, que alli toparon, que en muy poco eſpacio de tiempo cogieron vna gran ſumma de Robalos, que es vna ſuerte de peſcado delo mas regalado, y ſano que ſe halla en el mar. No peſcaron con redes, porque no les dio lugar el tiempo a ſaltar en tierra, como deſſeauan, pero en mar alto valiendoſe delos anzuelos matauan tanto, y tan aprieſſa, que no hazian ſino entrar, y ſacarlos cargados de peces. Otros eſcriben coſas ſemejantes: lo que yo he viſto es la gran laguna de Rapel, margenada toda de peje rreyes por la gran ſuma de ellos, que
dio