respeto que no saben decir. Así la tuviéron hasta que el marqués Don Francisco Pizarro entró en el valle de Tumpis, y por lo que allí le sucedió á Pedro de Candia, la adoraron y tuviéron en mayor veneracion, como en su lugar diremos.
Los Españoles quando ganaron aquella imperial ciudad, é hicieron templo á nuestro sumo Dios, la pusieron en el lugar que he dicho, no con mas ornato del que se ha referido, que fuera muy justo la pusieran en el altar mayor muy adornada de oro y piedras preciosas, pues hallaron tanto de todo y aficionaran á los Indios á nuestra santa religion con sus propias cosas comparándolas con las nuestras, como fue esta cruz y otras que tuviéron en sus leyes y ordenanzas muy allegadas á la ley natural, que se pudieran cotejar con los mandamientos de nuestra santa ley,