de Vesta, y casi guardaban los mismos estatutos que ellas. En los exercitos escogian capitanes valerosos y los mas fieles que podian. Tuviéron grandes mañas para sin guerra hacer de los enemigos amigos: y á los que se levantaban castigaban con gran severidad y no poca crueldad; y pues como digo, tengo hecho libro de estos Ingas, basta lo dicho para que los que leyeren este libro, entiendan lo que fueron estos reyes, lo mucho que valieron, y con todo volveré á mi camino.
Todo esto contiene el capítulo treinta y ocho, donde parece que en suma dice lo que nosotros hemos dicho, y dirémos muy á la larga de la idolatría, conquista y gobierno en paz y en guerra de estos reyes Incas, y lo mismo va refiriendo adelante por espacio de ochenta y tres capítulos que escribe del