y estas grandes servian de guardar y dar aviso para que descubriesen mejor las torres pequeñas: el espacio que entre las pequenas habia por donde el sol pasaba al salir y al ponerse, era el punto de los solsticios. Las unas torres del oriente correspondian a las otras del poniente del solsticio vernal ó hiemal.
Para verificar el solsticio, se ponia un Inca en cierto puesto al salir del sol y al ponerse, y miraba a ver si salia y ponia por entre las dos torres pequenas que estaban al oriente y poniente: y con este trabajo se certificaban en la astrología de sus solsticios. Pedro de Cieza, capítulo noventa y dos, hace mencion de estas torres. El P. Acosta tambien trata de ellas, libro sexto, capítulo tercero, aunque no les dan su punto. Escribieronlos con letras tan groseras, porque no supieron fixarlos con los