Y esa maravilla es herencia nuestra particular que nos honra y nos distingue entre todos.” (Rubén Bonifaz Nuño. 1992)
Todas las culturas posteriores a la olmeca tendrán su influencia. La estructura filosófico cultural legada por los toltecas al Anáhuac será uno de los testimonios que nos confirman la existencia de una sola civilización con muchas culturas diferentes en tiempo y espacio. Pero todas nacidas, todas con la raíz olmeca, todas compartiendo la misma esencia filosófica.
Por ello, afirmamos que existe una continuidad cultural y civilizatoria, no sólo en el período anterior a la invasión, sino lo que no quieren aceptar los colonizadores, que existe una continuidad civilizatoria y cultural en estos quinientos años de colonización. No se puede negar que en este periodo se “podó la fronda” de manera brutal, pero que la raíz ha seguido viva. También no podemos negar que esta raíz se ha apropiado culturalmente de otros elementos, no sólo de la cultura occidental, sino de otros pueblos del mundo. Lo que la ha enriquecido y fortalecido.
El gran desafío es vencer la colonización metal y espiritual. Lograr hacer consciente esta herencia cultural y usarla para reconstruir nuestro presente y diseñar nuestro futuro. 43