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A la vista de aquellas ruinas, amenazando una destruccion próxima, los augustos viajeros formaron acto contínuo un fondo, bastante para las reparaciones mas perentorias, y dando el ejemplo de una suscricion, toda la Andalucia se apresuró á tomar parte en ella. Comenzaron los trabajos; y la celda del P. Marchena quedó restablecida, en lo posible, en su antiguo estado. S. A. R. el duque de Montpensier hizo poner en ella el retrato de Cristóbal Colon y dispuso se pintaran cuatro cuadros que reprodujesen las principales escenas de su vida. La restauracion de la iglesia progresaba: se levantó en ella un altar mayor á costa de S. A., y de su orden se compró todo cuanto pudo hallarse de la antigua pertenencia del monasterio. Meses después, el príncipe tornó a la Rábida para, con su presencia, dar mayor impulso á las obras.

Finalmente, el dia 15 de Abril de 1855 SS. AA. RR. los duques de Montpensier y de Nemours, en una peregrinacion cristiana y poética á la Rábida, inauguraron en medio de un inmenso concurso de jentes de los pueblos inmediatos la restauracion del antiguo edificio, con una ceremonia relijiosa en la cual el célebre dean de la catedral de Sevilla, don Manuel Cepero, pronunció su último sermón, rebosando patriotismo. Notables poesías, recojidas en un álbum, fueron el armonioso memorial de aquella jornada de justicia histórica y de agradecimiento nacional, en que la Francia, su inspiradora, estaba representada por los mas nobles de sus hijos.

SS. AA. RR. los duques de Montpensier no han cesado de protejer el convento de la Rábida. Todos los domingos y dias de fiesta vá un sacerdote de Moguer á Palos pagado de su peculio, para decir la misa.

Un reciente decreto de S. M. la reyna doña Isabel II, debido á la perseverante solicitud de su augusto cuñado destina en adelante el monasterio de la Rábida, para retiro de los franciscanos de Tierra Santa, ó de los misioneros que van á predicar el Evanjelio en las