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de las Indias.

diera remedio para que alguna de tan innumerables ánimas que se perdieron se salvara, ó que quiera ó como quiera que la cosa acaeciera á él no se le demandara. Cuando Espinosa determinó de se volver al Darien, mandó al capitan Hernan Ponce, que con 40 hombres entrase en los dos navíos, y fuese la costa abajo descubriendo lo que pudiese, el cual, partido de donde estaba, llegó en par del golfo de Ossa, que distaba 90 leguas de Natá, y llegó á cierta tierra de gentes llamados los cuchires, y hallólos aparejados con mucha gente armada para se defender, y los españoles no osaron en tierra saltar. Anduvieron más de 50 leguas la costa abajo, y hallaron un golfo de más de 20 leguas lleno de islas, y es puerto cerrado admirable, llámanlo los indios Chira, y ellos lo llamaron San Lúcar; este es el puerto que dicen de Nicoya, que es una provincia muy fértil y graciosa de Nicaragua. Allí cercan los navíos gran número de canoas, llenas de gente armada, y otra mucha gente que apareció en la costa con sus trompetillas ó cornetas haciendo grandes fieros y amenazas, pero tirados algunos tiros de pólvora, no quedó hombre en la mar ni en la tierra que huyendo no volase. Viendo Hernan Ponce que por allí no podia ganar nada, y que la costa iba adelante, tornóse á juntarse con Espinosa, el cual, ó era ya ido para el Darien, ó alcanzándole lo dejó por mandado de Pedrárias en Panamá.