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de las Indias.

y como ya en aquella isla se sabia lo que pretendia el clérigo Casas, que era poner los indios en libertad, Diego Velazquez y los demas comenzaron á dar quejas y blasfemar del clérigo Casas, que los destruia, al señor Obispo, que áun de sus errores no estaba alumbrado. Díjose que se ofreció al Diego Velazquez y á los que presentes algun dia de aquellos estaban, de hacer echar al Clérigo de la corte. Tambien le dió cargo Diego Velazquez, ó él á ello lo provocó, de negociarle que el Rey le diese la gobernacion de tierra firme, y que se obligaba á poner buena órden por aquella tierra en indios y en cristianos, en lo cual, de su propia hacienda, gastaria 15.000 castellanos. Bien se creyó que Diego Velazquez, untó al señor Obispo las manos. Tornando á Pedrárias, nombrando por su Capitan general, á importunacion de la gente, al licenciado Espinosa, tornóse luégo á la villa de Acla, con intencion de hacer un pueblo en la mar del Sur, y mandó al licenciado Espinosa que con cierta gente que estaba en Pocorosa, se fuese hácia Panamá, donde por ser lo más angosto y estrecho de la tierra, de la una á la otra mar, deseaba poblar por aquella comarca. El se fué á entrar en los navíos, y navegó hasta la isla de Taboga, con cierta cautela, diciendo que fuesen á buscar las riquezas de aquella mar del Sur, y era por cansar la gente, para que de cansados, viéndose sin provecho alguno de lo que deseaban, deseasen asentar y poblar por allí, puesto que como aquella costa de Panamá es sombría de arboledas y algunas ciénagas teníanla todos aborrecida. A la sazon llegó Espinosa con la gente que traia, cuando Pedrárias tornó de la isla de Taboga, y juntos en tierra, los unos y los otros, Pedrárias tornó á tractar de que por allí se poblase, mayormente que un Bartolomé fulano dijo que habia visto por aquella costa un buen puerto, grande y seguro, que con la menguante queda en seco cuasi media legua; donde al fin metieron seguramente los navíos, de que no poco Pedrárias fué alegre. No pudo entónces con la gente acabarlo, porque dellos se holgaban de andar salteando pueblos, robando el oro que hallaban, y haciendo las gentes que