Página:Historia de las sociedades secretas, antiguas y modernas en España y especialmente de la Francmasonería - Tomo I.pdf/299

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

Volvamos, pues, á continuar hasta su conclusion el precioso manuscrito del escritor zurriaguista, que en esta segunda parte se expresa en términos muy duros, agresivos y violentos contra la francmasonería; pero á bien que yo no los invento (1). No se olvide que escribe un comunero:

«Nada les quedó por hacer á los masones para que continuase el ministerio de los San Migueles. A la llegada del Rey á Córdoba trataron de que el pueblo y las tropas clamasen por la continuacion de los ministros; pero los comuneros frustraron su intento. La misma trama estaba urdida en Sevilla para el dia que llegara el Rey; pero tambien fue destruida. El Congreso iba á empezar sus sesiones, y los ministros interinos tenian que cesar sin remedio, á la par que concluyesen sus memorias, y los patriotas electos debían reemplazarles. Por consiguiente, los masones veian próxima la destruccion de sus planes, y el Rey tambien veia perjudicados sus conatos á destruir la libertad, y en este conflicto recíproco cada uno procuraba buscar el medio de evitar el golpe fatal que les amenazaba. Para encontrarlo se reunieron en la casa del diputado Cabaleri los siete ministros, los San Migueles, Canga Argüelles, Calatrava, Adan, Rico y otros vários diputados, y allí se acordó que los ministros intimidasen al Rey y le dijesen que los electos no tenian la opinion pública, y era fuerza que nombrase á Calatrava y á Zorraquin, y éstos, despues de ocupar sus puestos; le dirían á S. M. los sugetos que debian elegir para los demas ministerios; y se acordó tambien que Adan y Rico fuesen comisionarlos á decir á Florez Estrada y á Calvo de Rozas que renunciáran sus empleos. ¿Podia atacarse la Constitucion de un modo más expreso y terminante, obstruyendo al Rey la voluntad (2) de separar á los secretarios de Estado y del Despacho? Los comisionados cumplieron exactamente sus encargos; y aunque Florez Estrada y Calvo de Rozas respondieron á la intimacion que se les hizo, que estaban tan distantes de hacer semejante renuncia como de conocer autoridad en una junta tan clandestina é ilegal, los ministros recabaron del Rey, sin violencia, porque justamente era lo que deseaba, que se revocase el nombramiento de los ministros patriotas y que nombrase á los masones propuestos, que eran tan malos ó peores que los San Migueles, para que acabasen de perder la pátria (3).


______________________


1) Pág. 324, tomo III de la primera edicion.

(2) El castellano del zurriaguista, como ya queda advertido, no es muy clásico, que digamos. Por lo demas, los escrúpulos zapironianos del comunero autor del manuscrito son edificantes. ¡Quién no se indigna de que los masones tratasen de obstruir los conductos de la voluntad a un Rey á quien los comuneros trataban de sacar de penas... obstruyendole las vías respiratorias con un poco de cáñamo retorcido, y pará uso externo.

(3) Dificil era ya perder lo que estaba completamente perdido.