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La madrastra del Rey, mujer ambiciosa é infame, que durante el reinado anterior habia robado al país y abusado de la debilidad de su marido (1), habia venido á Valencia y azuzaba á sus hijos á ser los Caínes del legítimo Monarca.

Los de la Union de Valencia constituyeron una especie de sociedad secreta, cuyo tenebroso tribunal asesinó á muchos ciudadanos honrados, y llenó de terror aquella hermosa ciudad. «Habian creado un oficial de justicia, dice el mismo Rey cronista, el cual, por mandato de los llamados conservadores, daba muerte á algunos particulares de la ciudad y lo hacía de manera, que, á las primeras horas de la noche, iba á la casa del que habia de morir, y llamando á la puerta, le mandaba que al punto fuese á la sala donde estaban los conservadores. Aturdido el vecino, salia de su casa y seguia al malvado alguacil, quien, en vez de conducirlo á la sala, donde decía que estaban los otros conservadores, lo llevaba al rio, y allí lo ahogaban. Había además en dicha sala una percha con quince o veinte sacos, y por la mañana, cuando acudia allí la gente, viendo que faltaban tres o cuatro sacos, solian decir: «¡Hola! Ejecuciones ha habido aquí esta noche!» (Ordens sic han fetes esta nit.)

Entre los Unidos descollaban Juan Sala, abogado, capitan de la Union, y un drapero o comerciante en paños, llamado Bernardo Redó, gran ejecutor de tales habilidades y fechorías. Gracias á la epidemia que despoblaba á España, y de la que morían diariamente trescientos hombres en Valencia, logró el Rey que le dejáran salir de allí.

Poco despues, los de la Union fueron derrotados por don Lope de Luna, en los campos de Epila, quedando muertos más de mil alborotadores, y preso uno de los ambiciosos infantes. El Rey entró en Zaragoza llevando consigo la gente de las Comunidades, que eran realistas, á pesar de ser sus fueros democráticos y antifeudales. Aquellos no gritaban ¡viva la libertad! porque la practicaban sin chillarla.

Mandó el Rey romper el sello de la Union y quemar los privilegios y procesos formados por ella, lo cual se hizo en la iglesia de Predicadores. Entonces fué cuando al rasgar con su daga el privilegio de la Union, se hirió en la mano, diciendo con gran coraje, al ver correr su sangre: «Privilegio que concede á los súbditos alzarse contra su Rey, con sangre de Rey se ha de quitar.» El Rey hizo prender á trece de los principales revoltosos, los cuales fueron ahorcados. ________________

(1) El secretario Concut habló á D. Alonso con firmeza, á vista de las desmedidas concesiones que hacia a la Reina, en perjuicio del tesoro y la corona. El Rey le dijo: «Huye, secretario, que te perseguirá la Reina.—Señor, replicó el secretario; yo siempre os traté, verdad, y no tengo por qué huir.»

Aquel mismo dia le hizo poner preso aquella mujer malvada: juzgósele por traidor, y le hizo ahorcar.